Hace diez años se celebraron en Las Mestas unas jornadas sobre Las Hurdes desde Buñuel, 80 años después de Tierra sin pan. La propuesta desbordó las referencias del aniversario para pasar revista al pasado, al presente y al futuro de Las Hurdes. Al cabo de diez años, ¿merecería la pena replantear una reflexión que profundice en aquella senda, aunque con una perspectiva más amplia?
La asociación cultural AlmaHurdes ha planteado unas nuevas jornadas de dentro a fuera y de fuera a dentro: “De Las Hurdes, a la España rural. Y viceversa”.
Se trata de una propuesta de ida y vuelta. Por una parte, una mirada desde Las Hurdes, símbolo histórico de la España rural, hacia la España vacía. Por otra, una perspectiva de los problemas y las respuestas de esa España despoblada que puedan aportar soluciones a la realidad de Las Hurdes.
Objetivo
Las Hurdes deben reivindicar su valor simbólico como referente de la España rural en un momento en el que crece la atención sobre ese mundo.
La reflexión de Las Hurdes sobre sí misma requiere un conocimiento profundo de la realidad de la España despoblada.
Planteamiento general
En estos años ha surgido un movimiento en el mundo rural que reclama el reconocimiento e incluso el prestigio que en las últimas décadas se le ha negado. Los valores propios de ese mundo rural han sido postergados, poniendo en riesgo su supervivencia. Así lo evidencia la realidad de la “España vacía”, el despoblamiento, el reto demográfico…
En esta época, frente a la amenaza de la superpoblación, el deterioro medioambiental o el ruido, se deben valorar las alternativas de futuro que el mundo rural ofrece: espacios de convivencia, de contacto directo con la naturaleza, de cooperación o de silencio…
En esta época la reivindicación del mundo rural se ha convertido en una necesidad social, cultural y económica.
Para convertir esas potencialidades en objetivos reales se requiere que los habitantes de esos espacios interioricen sus propios valores frente a los modelos que impone la ciudad, convertida en el ámbito preferente del consumo. Para alcanzar ese giro resulta imprescindible reivindicar la realidad rural desde el conocimiento.
Esta necesidad se hace especialmente importante en aquellas comunidades o comarcas con un alto valor simbólico, en la medida en que no solo gozan de un reconocimiento avalado por razones muy diversas, sino que tienen capacidad para dinamizar y estimular a otros territorios.
Pocas comarcas gozan del valor simbólico de Las Hurdes. Existen estudios académicos[1] que concluyen que en el conjunto del continente europeo sólo Los Alpes alcanzan un valor geosimbólico comparable al de la comarca extremeña: por sus características medioambientes, por los condicionantes de su historia y su geografía y, muy especialmente, por la recreación de que ha sido objeto a través de la literatura, la fotografía, el cine o por su valor referencial desde perspectivas económicas, sociales, culturales e incluso políticas.
En Las Hurdes convergen una naturaleza abrupta y unos hombres y mujeres obstinados contra la adversidad y el abandono. Todo ello conforma el territorio descrito por Lope de Vega, Unamuno o Luis Buñuel; el espacio desvelado por excepcionales fotógrafos de muy diversas procedencias o el recorrido por viajeros singulares: académicos, escritores, artistas…
Las Hurdes se han convertido así en una metáfora de la España rural, después de haber sido, desde el siglo XVI, un espejo a través del que interpretar al Nuevo Mundo. Todo ello confirió a la comarca el valor de un símbolo de la resistencia de la España asaltada por el golpe de Estado del 36 y la consiguiente Guerra Civil. Y eso suscitó el interés por Las Hurdes en Francia, Estados Unidos, México, Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Grecia…
La reivindicación del mundo rural encuentra en la comarca de Las Hurdes un instrumento simbólico excepcional, que debe reforzar la autoestima de la propia sociedad hurdana. El conocimiento de su historia, su geografía, su demografía, su economía y, especialmente, su valor referencial o simbólico son condiciones imprescindibles para su propia revalorización.
La comunidad educativa debe asumir en su tarea esa realidad. Para ello el Centro de Profesores y Recursos se ha mostrado favorable a poner a disposición del profesorado unos instrumentos que permitan sistematizar la realidad y la trayectoria de Las Hurdes. En primer lugar, porque ese es el ámbito de referencia en el que desarrolla su trabajo y, además, porque a través de su actividad docente se pueden establecer las bases del reconocimiento y la autoestima de la propia comarca de Las Hurdes.
Además esta iniciativa puede estimular otras similares en diferentes lugares que potencien los valores de esa realidad extraordinaria del mundo rural y especialmente valiosa en la época actual.
Esta es una propuesta de ida y vuelta. Por una parte, una mirada desde Las Hurdes, símbolo histórico de la España rural, hacia la España vacía. Por otra, una perspectiva de los problemas y las respuestas de esa España despoblada que pueden ofrecer soluciones a la realidad de las Hurdes.
Esta iniciativa de la asociación cultural AlmaHurdes la conocen la Diputación de Cáceres, la Mancomunidad de Las Hurdes, el Centro de Profesores y Recursos, AdicHurdes y los propios ayuntamientos de la comarca. Hasta ahora no ha sido posible un compromiso entre todos.
[1] Ver David Matías. La producción geosimbólica de Las Hurdes: Teoría, historia y práctica de un territorio imaginario. Tesis doctoral. Universidad de Extremadura. Lenguas Modernas y Literatura comparadas.