Monumento natural, declarado de interés científico en 2003.
En realidad no se trata de un volcán propiamente dicho, sino de un cráter de unos 50 metros de diámetro que se formó por el impacto de un meteorito que los estudios petrográficos y mineralógicos han revelado que la colisión contra las montañas hurdanas ocurrió hace más de un millón de años (entre uno y dos millones).
La presencia de ringwoodita, un material que se produce al caer un elemento meteórico de una altura superior a 600 kilómetros y a una velocidad superior a los 40 kilómetros por segundo, convierte a este lugar en algo único en todo el mundo.
Se encuentra en El Gasco (Nuñomoral), en el denominado pico del Castillo, en una zona de acceso complicado.
Al atractivo que por sí mismo ofrece la huella de un fenómeno de estas características, se le suma un impresionante paisaje de bosque hurdano a base de madroños y pequeñas encinas, salpicados por musgo y líquenes.
Desde este paraje se puede alcanzar el Chorro de la Meancera o Chorro de la Miacera tiene una altura de 100 metros que sobrecoge a quien la descubre.
En las inmediaciones se observan vestigios de un castro de la Edad del Hierro.