CAMINO DE NUÑOMORAL
«Por el claro de un pinar sale la luna entre unas nubes color de leche. Ha surgido una leve niebla que empapa la ropa. En un peralto sobre la carretera, donde la luna y la luz difusa del cielo dejan ver una loma blanca, unos hombres se turnan, casi a oscuras, picando en la piedra con una barra. Pronto desaparecen tras unas rocas. Se escucha una voz.
– ¡Fuera va!
La explosión suena casi encima, un trueno sordo se propaga por el valle, y ruedan algunos piedras hasta el borde mismo del camino.
(…)
Los hombres que llegan saludan. El que parece ser capataz queda mirando a los viajeros. Tiene un gesto amable en la cara.
– ¿Qué, para Nuñomoral?
– Sí, dice Armando.
– Ese pueblo es el mejor de por aquí. Nosotros estamos levantando postes; este terreno es muy trabajoso, para clavar un madero hay que echar barreno. Yo no conocía esto».
Armando López Salinas y Antonio Ferres. «Caminando porLas Hurdes». Seix BArral 1960. Pág. 62.
