
Descripción
Este rejuiju (pantomima carnavalesca) es una manifestación clarísima de las dos fuerzas de la naturaleza enfrentadas: la muerte y la resurrección, donde alguien debe de morir para que otros renazcan lozanos y con fuerza; se muere el invierno y renace la primavera.
Es una escenificación de la muerte de “la vaca pinta” con un estilo cómico-taurino.

Aspecto Físico
El Toreaol lleva un calzón rojo hasta un pelín por debajo de las rodillas y unas medias galanas que le llegarán hasta las rodillas. Un camisón o chambra muy vistosa, de muchos colores; chaleco; una faja colorada en la cintura sobre la que irá una cincha vieja con dos o tres cencerros.
En la cabeza lleva un pañuelo grande, ramajeado, que le caerá en coleta sobre las espaldas.
Como capote, una manta pequeña y vieja; una espada de madera y llevará todo el rostro pintado de rojo. El Toru Bardinu irá completamente ataviado de negro, con el rostro completo pintado del mismo color y con un cencerro al cuello.
Porta un carapuchu o calabaza vinatera llena de agua coloreada, parecida a la sangre. Y cuando le está pinchando el Toreru, sin que lo note la gente, dejará caer parte de esta agua en el barreño que llevará la Mondonguera, que acude corriendo a recoger la sangre a fin de hacer las morcillas.
La autoría de esta guía de personajes del Entrueju Jurdanu*, promovida por el Centro de Documentación de Las Hurdes, corresponde a José Pedro Domínguez y a Félix Barroso. Las ilustraciones son obra de Fermín Solís.